@ManoloMontalt
Vaya por delante mi promesa de que no he intercambiado con Juan Antonio Pizzi una palabra en mi vida. Ni siquiera, actualmente a su llegada: estas “bonitas y entrañables” fiestas me tienen unos días fuera de Valencia.
No sé cómo entrena. Si le gusta ir al ataque, o arropar atrás a los equipos. Si le gusta el toque-toque (que como en la película de Fernan-Gómez nos ha colocado en los últimos años en “El Viaje a ninguna parte”), o es de cuchillo entre los dientes. No sé si es de morir con una idea o de adaptarse a lo que tiene…
No, no tengo ni la más remota idea. Y eso que han salido últimamente “Pizzilólogos” hasta debajo de las piedras.Cada uno de ellos le atribuye unas características diferentes al nuevo entrenador del Valencia CF.
Sólo espero y deseo que salga bien. Aún consciente de la dificultad de acertar de nuevo con un cambio de caballo a mitad de cruzar el rio, ciertamente he de confesar que (pese a algún error que otro, como todo hijo de vecino), me agrada el trabajo de Rufete.
Lo que sí tengo claro, es que aquellos que dicen que Pizzi no sabe dónde se mete, no tienen ni idea.
Miren, Pizzi llegó al Valencia en la temporada 93-94 ¿Saben que temporada fue esa? Fue la que, comenzó de presidente Arturo Tuzón. Don Arturo (QEPD) dimitió y entró como interino Don Melchor Hoyos (también ya desaparecido). La que vivió las primeras elecciones como tal al Consejo de Administración del Valencia CF con Paco Roig contra Ramón Romero. La campaña fue durísima y con mucho desgaste por ambos bandos. Además de fondo había un escándalo bastante importante de unas letras giradas con un tufo bastante “pudent” por uno de los entonces empleados del club, un tal Juan Pons.
Eso en el palco. En el césped fue el añito de Karlsruher (no diré más). El año de los cinco -sí, sí,CINCO- entrenadores. A saber: comenzó Guus Hiddink, le suplió Paco Real (QEPD), de ahí a Hector Núñez(también desaparecido). De ahí a José Manuel Rielo y vuelta al holandés Hiddink. Casi res…
El año de la enfermedad de Penev,. El año del 'Alacrán' Aristizábal y su único gol de penalti en Utiel (casi sin luz), en un amistoso. El año en el que el Valencia se tiró un montón de partidos sin ganar y de minutos sin marcar (hasta que Pizzi precisamente rompió la sequía en un partido de Copa en Tenerife). Y también fue el año del gol 3.000 del Valencia en Liga anotado por el hoy entrenador en un triste empate en Zorrilla.
Absténgase dogmáticos sin conocimiento de teorizar sobre si Pizzi sabe o no donde viene, porque la historia nos dice que vivió una temporada de las más “aseaditas” en cuanto a inestabilidad. Ya sabemos que eso no le intimida. Buen comienzo.
No intenten asustar con el parte meteorológico. A Noé le van a hablar a estas alturas de la lluvia…
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