El técnico no tiene solución a la crisis deportiva y el presidente lo sabe, pero no sabe qué decisión tomar
J. MÍNGUEZ Y P. CALABUIG
Sólo el caos institucional en que se encuentra el Valencia CF, con un banco en guerra con el presidente y la venta a un inversor programada para antes de fin de año, explica que a estas alturas Djukic siga siendo el entrenador del equipo. Todos lo ven, todos lo saben, empezando por el propio Amadeo Salvo, pero nadie toma una decisión que desde hace tiempo es necesaria para resolver el problema. Los dos últimos partidosante un Segunda B y el modesto Kuban Krasnodar, en los que el equipo tenía la ocasión de gustarse y ganar confianza, confirman con creces que el conjunto blanquinegro va a la deriva y no funciona con Miroslav Djukic, incapaz de encontrar solución y dar con la tecla para encontrar una línea de rendimiento.
Salvo primero fue preso de sus palabras, porque en su día se comprometió a que Djukic «terminará la temporada pase lo que pase». Después está el problema económico que supone destituir al serbio con todo su cuerpo técnico, con contrato por dos temporadas. Y ahora el caos institucional que tiene al Valencia en una situación de bloqueo preocupante. Mientras aquí nadie da un paso al frente, el equipo va hacia atrás y Mestalla se vacía. El propio Rufete, Mánager General Deportivo, se reunió el pasado martes con Djukic para explicarle que es él quien tiene que tomar las riendas del vestuario y hacer jugar al equipo, que sin embargo ha vuelto a recaer y en este último capítulo no fue capaz de imponerse en Mestalla a un equipo como el Kuban Krasnodar, el segundo que en esta Europa League le pinta la cara al Valencia ante su afición.
El técnico ha dejado claro frente al Nàstic y los rusos que no tiene soluciones y, peor todavía, que empieza a instalarse en una realidad paralela, a juzgar por sus declaraciones. Si después del partido de Tarragona dijo haber visto un equipo «sólido», tras el duelo con el equipo de Krasnodar explicó que «hemos tenido el partido controlado hasta el minuto 80 y luego lo tiramos un poco, ha sido un encuentro disputado. Hemos terminado primeros en la liguilla de la Europa League así que llegamos con la moral intacta para el partido ante el Atlético de Madrid y el Real Madrid. Nos espera un choque difícil el domingo pero estamos preparados, tenemos la oportunidad de hacer bien las cosas y ver dónde estamos». Es lo que percibe tras empatar de manera consecutiva con dos rivales de inferior categoría.
El técnico de Sabac, además, se refirió así a los dos partidos de Liga que vienen: «Nos esperan partidos distintos a los últimos, en que teníamos que llevar el peso del partido. En éstos no tienes que llevar el peso e igual se nos da mejor porque somos un equipo que puede jugar a la contra».
Tensión en el vestuario
El relato de Djukic llegaba después de un final de partido con mucha tensión en el vestuario, donde las caras eran muy largas después de un partido y un resultado que deja mucho que desear. Bajó Rufete y lo hizo también el presidente. La plantilla no confía en el trabajo ni en la filosofía del preparador serbio y hay jugadores a los que la situación afecta especialmente porque se sientes señalados por la grada, que se empieza a hartar de no reconocer a su equipo en los partidos. Jonas, Barragán, Pabón, Helder Postiga... El delantero portugués se marchóaba anoche roto del estadio después de escuchar muchos silbidos y algunos compañeros como Sofiane Feghouli tuvieron que acudir a consolarlo.
El relato de Djukic llegaba después de un final de partido con mucha tensión en el vestuario, donde las caras eran muy largas después de un partido y un resultado que deja mucho que desear. Bajó Rufete y lo hizo también el presidente. La plantilla no confía en el trabajo ni en la filosofía del preparador serbio y hay jugadores a los que la situación afecta especialmente porque se sientes señalados por la grada, que se empieza a hartar de no reconocer a su equipo en los partidos. Jonas, Barragán, Pabón, Helder Postiga... El delantero portugués se marchóaba anoche roto del estadio después de escuchar muchos silbidos y algunos compañeros como Sofiane Feghouli tuvieron que acudir a consolarlo.
Y Djukic seguía con su discurso: «El equipo ha hecho una Europa League muy buena, estamos ilusionados, hay muchos equipos de la Champions, son ´top´, pero nosotros haciendo bien las cosas somos capaces de ganar a cualquiera». A cualquiera pero no al Nàstic de Tarragona ni al Kuban. Por cierto, ¿alguno se ganó ayer jugar en el Calderón? «Cada partido es una oportunidad y seguro que hay gente que ha hecho bien las cosas y reclama continuidad. Estamos aquí para observar y dar la oportunidad a los que hacen bien las cosas». Mucho tendrá que meditar para ese partido, el Atlético le dobla en la tabla.
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