El técnico firmará un contrato hasta junio de 2015 tras lograr un acuerdo previo para desvincularse de San Lorenzo de Almagro
JUAN CARLOS VILLENA | VALENCIA..-
JUAN CARLOS VILLENA | VALENCIA..-
El Valencia hizo oficial ayer el fichaje de Juan Antonio Pizzi, pero sin indicar la duración del contrato. El motivo es muy sencillo. En el club de Mestalla esperan que, cuando el técnico aterrice hoy en Manises a las siete de la tarde, se firme el contrato que vinculará al argentino con la entidad valenciana hasta junio de 2015.
La llegada del nuevo entrenador se ha retrasado varios días porque, antes de viajar hacia España, ha sido el propio Pizzi el que ha tenido que llegar a un acuerdo para rescindir su contrato con San Lorenzo. Aunque, como ocurre en la mayoría de los casos dentro del deporte profesional, su acuerdo con el Valencia ya estaba negociado con el cálculo de ese peaje, quefuentes oficiales que han participado en la operación cifraron ayer a LAS PROVINCIAS en 300.000 dólares.
Con la llegada hoy de Pizzi se cumple el plazo que se había marcado Rufete, ya que era una condición innegociable que el técnico tomara las riendas de la nave antes del domingo. Es la fecha en la que están citados los futbolistas tras las vacaciones de Navidad, para retomar el trabajo de cara a preparar el primer partido del 2014, el derbi del sábado 4 de enero ante el Levante en Mestalla. Y el comienzo del nuevo técnico será de todo menos cómodo, ya que tres días después recibirá al Atlético de Simeone en la ida de los octavos de final de la Copa.
La salida de Pizzi de San Lorenzo ha sido de todo menos tranquila, puesto que tanto Matías Lammens como Marcelo Tinelli, que han revalidado su mandato al frente del club bonaerense esta semana, confiaban en el de Santa Fe para llevar a San Lorenzo a luchar por levantar la Copa Libertadores. Pero ese reto será para Edgardo Bauza. Ironías del destino, 'Patón' fue el técnico que reclamó a Pizzi en 1999 para jugar de nuevo en Rosario. Y es el propio Bauza una de las fuentes en las que Pizzi bebió cuando, al colgar las botas tras su paso por Villarreal, decidió sacarse el título de entrenador.
Ahora, el reto para Edgardo en San Lorenzo será enfriar el 'calentón' de una plantilla con la que Pizzi se despidió tras conquistar el Torneo Inicial el pasado 15 de diciembre con un «nos vemos el 5 de enero para comenzar el trabajo para ganar la Libertadores». La oportunidad de entrenar en España a un grande como el Valencia ha sido más poderosa que la posibilidad de seguir el camino dorado en el club azulgrana de Buenos Aires.
El nuevo entrenador valencianista no llega solo, le acompañan sus dos fieles escuderos: el segundo entrenadorManuel Suárez y el preparador físico Alejandro Richino. Este último es una figura que es fundamental para el trabajo de Pizzi ya que, además de estar considerado como uno de los mejores especialistas de la materia en el actual fútbol argentino, ejerce de 'poli bueno' dentro del cuerpo técnico.
A Pizzi le gusta mantener la distancia con sus futbolistas, para establecer de forma clara las jerarquías dentro del vestuario, pero delega en Richino las labores de intendencia. Pero a la diferencia de lo ocurrido con Gabriel Macaya, el encargado de hacer la misma labor con Pellegrino, a este preparador físico le gusta el trato cercano con el futbolista pero desde una visión moderna del trabajo. Desde el domingo será habitual ver en Paterna a Alejandro Richino realizar el mismo trabajo que los deportistas y, en ocasiones, variar todo lo programado para entrenar el tono físico desde un prisma diferente, que puede incluir subir escaleras con él al frente.
Unos métodos que la plantilla conocerá dentro de dos días y que, atendiendo a lo ocurrido la pasada temporada, es una parte importante del éxito que busca Pizzi en el siguiente medio año. El listón del club lo sigue teniendo claro, ya que el presidente anunció en la misma despedida de Djukic que el objetivo seguía siendo luchar por la cuarta plaza. La que da acceso a la Champions. Una quimera a 27 de diciembre, con el equipo hundido en la tabla con 20 puntos pero que, para creérselo, tiene que comenzar desde un cambio inmediato de mentalidad.
En la llegada de Valverde, además del trabajo táctico del extremeño, resultó fundamental el trabajo en la sombra de Pozanco, su mano derecha en el apartado físico. Para que la reacción del actual Valencia sea inmediata, los dos primeros partidos del nuevo año no son ninguna broma: los jugadores deberán coger a la carrera los conceptos en la pizarra de Pizzi y las cargas de trabajo de Richino.
La gran ventaja para Rufete, lo desveló el propio manager general deportivo en la presentación de Ayala, es que ya se lleva trabajando con Pizzi desde hace varios días. Porque las nuevas técnicas de comunicación no sólo permiten hacer más accesible la vida personal. Con el técnico de Santa Fe ha charlado muchas horas de fútbol, diseñando las lineas maestras de un estilo de juego que tiene que partir de los actuales mimbres de los que dispone la plantilla. Porque la posibilidad de reforzar la plantilla no será una realidad si no entra un inversor, se llame Peter Lim o de otro modo.
A Rufete, y a Ayala, les convence el estilo de juego que ha planteado Pizzi en sus últimos equipos, aunque a buen seguro que el gran quebradero de cabeza será adaptar el diseño defensivo del argentino, que jugó en San Lorenzo con dos laterales muy avanzados dejando en la mayoría de ocasiones la responsabilidad defensiva a los dos centrales, a un equipo que presenta los peores números en goles encajados desde la temporada del descenso.
Si hay un parcela en la que el actual Valencia está cogido con alfileres en la defensiva, aunque Pizzi no pedirá refuerzos hasta que no conozca de primera mano los mimbres de los que dispone. Un aspecto que ocurrirá a partir del domingo. Si hay un jugador dentro de la actual plantilla para el cual la llegada de Pizzi supone un plus especial de motivación es para Fede Cartabia, ya que este fue el técnico que le abrió las puertas del fútbol español.
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