La consultora solicitó al club documentos para actualizar el informe a diciembre de 2013 a petición de los inversores interesados
JUAN CARLOS VILLENA | VALENCIA..-
JUAN CARLOS VILLENA | VALENCIA..-
El proceso de venta del Valencia, que ninguna de las partes implicadas sabe como escribirá su capítulo final, sigue envuelto en un clima de tensión. El club presidido por Amadeo Salvo recela tanto de Bankia como de KPMG, la consultora escogida por el banco para seleccionar y procesar a los inversores interesados en comprar la entidad de Mestalla y que, como es lógico en procesos de venta, se llevaría una comisión de la misma que puede llegar al 11%. Y la otra parte, tal y como adelantó ayer LAS PROVINCIAS, mantiene que si la oferta de Lim no pasa por manos de KPMG no se considerará oficial. Que no es lo mismo que no sea válida, ni buena. Porque eso último sí que lo piensan tanto en Bankia como en la Generalitat.
Pero ayer el farragoso combate entre bambalinas vivió dos capítulos más. Pocas horas antes de que el Valencia hiciera público un comunicado instando a un proceso transparente, varias fuentes implicadas en el proceso de venta confirmaron a este periódico el origen del actual roce entre el club y KPMG. La tensión tiene su origen en la petición realizada hace varias semanas por parte de la consultora para actualizar los datos de la due diligence, que se confeccionó en verano con los balances de gestión del consejo presidido por Manuel Llorente.
Los inversores que se han interesado en la compra del Valencia y que se han dirigido directamente por KPMG, el camino marcado por Bankia como procedimiento válido para las ofertas, le pidieron a la consultora una actualización de ese informe. Argumentan que para realizar una oferta ajustada al precio de mercado, y aplicable desde el 1 de enero de 2014, necesitan conocer la situación económica exacta de la entidad a diciembre de 2013.
Dicha petición, como ocurrió en junio cuando el Valencia tramitó la auditoría, se consideró por una parte del club como un acto de desconfianza y de fiscalización de Bankia. El encargo de KPMG ya no provenía del Valencia y la Fundación, como ocurrió la primera vez, sino como parte de un proceso de venta comenzado por la entidad financiera y que se hizo público en mitad de la Junta de Accionistas del pasado 10 de diciembre.
El club presidido por Amadeo Salvo, sin querer citar en ningún momento a Bankia, emitió a primera hora de la tarde de ayer un comunicado en el que lanzaba varios mensajes dirigidos a la propio banco, KPMG y al resto de alternativas interesadas en la compra del Valencia: «Ante las informaciones vertidas en diferentes medios acerca del proceso de venta de la propiedad accionarial de la entidad, el Valencia CF quiere manifestar que defenderá siempre los intereses del Club y especialmente los de su afición y velará por la transparencia y claridad de dicho proceso. Un proceso que deberá desarrollarse con la aprobación de todas las partes».
La transparencia que el club de Mestalla pidió en dicho comunicado fue un mensaje al banco, y a KPMG, para que hagan público el contenido de las ofertas que tienen encima de la mesa y que la afición valencianista sepa quién quiere comprar el club y qué está dispuesto a invertir cada uno de los interesados.
Con la última frase, la que habla del proceso, el Valencia quiso defender que al depositar la oferta ante Bankia y la Generalitat no resta ningún punto de credibilidad a una propuesta de 220 millones. Con este dinero, Lim cancelaría la deuda de la Fundación, liberando el aval de dinero público de ese préstamo aspecto que fue del agrado del presidente del Consell, y compraría el crédito del Valencia. Además, Salvo anunció el domingo otra inversión de 40 millones en fichajes en el mercado de invierno, como paso previo a una mayor en verano.
Y, en una segunda fase, estudiar si el propio Lim acaba las obras del estadio o se busca un operador, como el propio Salvo confirmó que se tenía por 130 millones si Bankia hubiera refinanciado los créditos. Si Peter Lim cumple todos esos pasos, la oferta rondaría los 400 millones de euros. En el club consideran que la quita que propone el empresario, de un 30% del montante total de la deuda, está muy por encima del actual precio de mercado.
Mientras el cruce de reproches entre todas las partes sigue al alza, la Fundación, que sigue representando la mayoría accionarial hasta que se ejecute judicialmente la prenda del aval, asiste con preocupación desde fuera de las trincheras. A Aurelio Martínez no le gustó que Amadeo Salvo hiciera pública la oferta de Peter Lim, ligando a un inversor la etiqueta de oficialista, pero tampoco ve lógico que Bankia airee que la oferta del magnate no es oficial por saltarse a KPMG. El patronato considera que si el dossier está en Bankia, la oferta es igual de válida. Lo importante es su contenido, que consideran muy bueno.
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