Los abogados de Bankia insisten en que no contemplan más escenario que
la asunción del aval por parte del Consell
VALLDECABRES/BADILLO | VALENCIA..-
Aurelio Martínez ya conoce formalmente la peculiar cruzada de Vicente Andreu, convencido de que podrá reunir a mil inversores que aporten 50.000 euros por cabeza. Ello permitiría recaudar 50 millones de euros que luego se ofrecerían a Bankia para tratar de adquirir, con la correspondiente quita, los títulos ahora a nombre de la Fundación. En poco más de tres cuartos de hora explicó el uno y escuchó por cortesía el otro la iniciativa del presidente del Valencia, que avanzó hace un mes LAS PROVINCIAS.
Quién sabe si la de ayer fue la primera y también la última reunión que ambos mantendrán al respecto. Aurelio Martínez accedió al encuentro porque considera loable que, en uno de los momentos más convulsos de la historia del club, alguien dé un paso al frente para plantear una idea. Pero son demasiadas las dudas que alimentan el escepticismo del presidente de la Fundación. Con el valencianismo desmotivado y la crisis económica en pleno auge, parece poco probable que Andreu reúna tal cantidad de benefactores. Como él mismo reconoció, de momento lleva 40. Y luego estaría por ver que la Fundación, la Generalitat y en último caso Bankia entraran en el juego.
Sin embargo, Aurelio Martínez planteó ayer a Andreu un nuevo escenario. Si finalmente logra su objetivo, ¿por qué entregar ese dinero a Bankia en lugar de ingresarlo en el Valencia a través de una ampliación de capital? El presidente de la Fundación admite que la idea de Andreu desembocaría en un mapa accionarial mucho más atomizado, pero entiende que sería mayor el beneficio que reportaría la ampliación de capital, traducida en una inyección de 50 millones de euros con los que el Valencia podría reducir su deuda.
Formalmente nada impediría al club impulsar esta medida, repitiendo la estrategia de 2009. Podría lanzar una nueva oleada de títulos por valor de 50 millones siempre y cuando pasara antes por el filtro de la junta de accionistas. Un mero trámite teniendo en cuenta que la Fundación controla el 70%. A partir de ahí, el organismo que preside Aurelio Martínez renunciaría lógicamente al derecho preferente que como accionista le corresponde en primera ronda. En su caso, el 70% de esos 50 millones significa que podría comprar hasta 35. Y como el nuevo capital social del club quedaría fijado en 152 millones, la Fundación dejaría de poseer la actual mayoría absoluta, aunque con su 46% seguiría siendo el principal accionista.
En cualquier caso, sólo hay que leer entre líneas en las manifestaciones de Aurelio Martínez para percibir que el panorama está bastante crudo. «No hemos entrado en detalles técnicos porque habría que ver qué precio de transferencia se fija..., pero quien tiene las acciones no es la Fundación. El responsable final es quien tendría que tomar la decisión. Obviamente no seré yo. El aval va para un lado o para otro, serán Bankia o la Generalitat los que tendrán que tomar la decisión de si quieren vender y de qué forma. Nosotros no tenemos esa capacidad».
Ahí es cuando todo se complica, ya que una hipotética venta de acciones aniquilaría totalmente el poder de la Fundación. «En principio, la fuerza que puede tener la Fundación reside en que mantenga la mayoría, porque eso le da un plus a la hora de vender. Entiendo que al responsable patrimonial (Bankia) no le hará ninguna gracia (la idea de aplicar una quita y renunciar a 31 millones de dudoso cobro a cambio de ingresar 50 inmediatamente)».
A quien no hizo mucha gracia escuchar este último apunte fue a Vicente Andreu, a tenor de su reacción inmediata: «Vamos a esperar acontecimientos». De momento, Andreu se da de plazo hasta el 31 de julio para reclutar su millar de pequeños inversores. Ayer acudió a la cita con Martínez acompañado por Ramón Aznar, José Barberá, José Luis Rodríguez, Ernesto Pérez y Ricardo Díaz. Andreu insiste en que Bankia tendría que hacer una quita, pero por si acaso, para evitar alegrías, el presidente de la Fundación puso su puntilla: «Bankia no va a querer que haya una quita».
Con esos ingredientes, y aunque sobre el papel el propio Aurelio Martínez dijo que se sumaría a este proyecto, a Andreu le cambió el carácter cuando se le preguntó si con esta fórmula que propugna persigue perpetuarse de alguna forma en la dirección del club. Su respuesta, enérgica: «Nosotros no queremos saber nada del consejo a partir del 4 de junio. Yo me voy y no voy a volver, que quede claro de una vez por todas. Ninguno queremos formar parte de ningún consejo, no queremos poder, sino distribuir el poder».
La hipotética (e improbable) ampliación de capital sería una tercera vía para el futuro del Valencia, de momento bidireccional. Por un lado está el plan de la Fundación, sustentado sobre dos pilares: refinanciar los créditos de Bankia y reanudar las obras del nuevo estadio a través del acuerdo con algún inversor. El primero de ellos traerá cola, ya que los abogados de la entidad financiera han vuelto a comunicar a Aurelio Martínez que no contemplan ningún escenario distinto a la asunción de su condición de avalista por parte del Consell. Ello permitiría a Bankia no tener que aprovisionar el 15% del crédito de 81 millones, cuya catalogación pasaría de normal a subestándar. En el caso de los 200 millones pendientes de pago por parte del club, el banco sí tendrá que reservar en sus cuentas ese porcentaje (30 millones), como previsión ante el riesgo de impago.
Sin embargo, el plan B sigue siendo el mejor visto por el Consell. La 'due diligence' marcará el precio del Valencia y el terreno está abonado para la venta del club, algo que desconoce Aurelio Martínez y a lo que se opondrá. Las conversaciones se mantienen a un nivel más alto y comienzan a tomar forma los primeros candidatos. Entre ellos no está el supuesto inversor de Fernando, que no dará ningún paso hasta tener en sus manos la auditoría.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2013-05-11/aurelio-martinez-propone-ampliar-20130511.html
VALLDECABRES/BADILLO | VALENCIA..-
Aurelio Martínez ya conoce formalmente la peculiar cruzada de Vicente Andreu, convencido de que podrá reunir a mil inversores que aporten 50.000 euros por cabeza. Ello permitiría recaudar 50 millones de euros que luego se ofrecerían a Bankia para tratar de adquirir, con la correspondiente quita, los títulos ahora a nombre de la Fundación. En poco más de tres cuartos de hora explicó el uno y escuchó por cortesía el otro la iniciativa del presidente del Valencia, que avanzó hace un mes LAS PROVINCIAS.
Quién sabe si la de ayer fue la primera y también la última reunión que ambos mantendrán al respecto. Aurelio Martínez accedió al encuentro porque considera loable que, en uno de los momentos más convulsos de la historia del club, alguien dé un paso al frente para plantear una idea. Pero son demasiadas las dudas que alimentan el escepticismo del presidente de la Fundación. Con el valencianismo desmotivado y la crisis económica en pleno auge, parece poco probable que Andreu reúna tal cantidad de benefactores. Como él mismo reconoció, de momento lleva 40. Y luego estaría por ver que la Fundación, la Generalitat y en último caso Bankia entraran en el juego.
Sin embargo, Aurelio Martínez planteó ayer a Andreu un nuevo escenario. Si finalmente logra su objetivo, ¿por qué entregar ese dinero a Bankia en lugar de ingresarlo en el Valencia a través de una ampliación de capital? El presidente de la Fundación admite que la idea de Andreu desembocaría en un mapa accionarial mucho más atomizado, pero entiende que sería mayor el beneficio que reportaría la ampliación de capital, traducida en una inyección de 50 millones de euros con los que el Valencia podría reducir su deuda.
Formalmente nada impediría al club impulsar esta medida, repitiendo la estrategia de 2009. Podría lanzar una nueva oleada de títulos por valor de 50 millones siempre y cuando pasara antes por el filtro de la junta de accionistas. Un mero trámite teniendo en cuenta que la Fundación controla el 70%. A partir de ahí, el organismo que preside Aurelio Martínez renunciaría lógicamente al derecho preferente que como accionista le corresponde en primera ronda. En su caso, el 70% de esos 50 millones significa que podría comprar hasta 35. Y como el nuevo capital social del club quedaría fijado en 152 millones, la Fundación dejaría de poseer la actual mayoría absoluta, aunque con su 46% seguiría siendo el principal accionista.
En cualquier caso, sólo hay que leer entre líneas en las manifestaciones de Aurelio Martínez para percibir que el panorama está bastante crudo. «No hemos entrado en detalles técnicos porque habría que ver qué precio de transferencia se fija..., pero quien tiene las acciones no es la Fundación. El responsable final es quien tendría que tomar la decisión. Obviamente no seré yo. El aval va para un lado o para otro, serán Bankia o la Generalitat los que tendrán que tomar la decisión de si quieren vender y de qué forma. Nosotros no tenemos esa capacidad».
Ahí es cuando todo se complica, ya que una hipotética venta de acciones aniquilaría totalmente el poder de la Fundación. «En principio, la fuerza que puede tener la Fundación reside en que mantenga la mayoría, porque eso le da un plus a la hora de vender. Entiendo que al responsable patrimonial (Bankia) no le hará ninguna gracia (la idea de aplicar una quita y renunciar a 31 millones de dudoso cobro a cambio de ingresar 50 inmediatamente)».
A quien no hizo mucha gracia escuchar este último apunte fue a Vicente Andreu, a tenor de su reacción inmediata: «Vamos a esperar acontecimientos». De momento, Andreu se da de plazo hasta el 31 de julio para reclutar su millar de pequeños inversores. Ayer acudió a la cita con Martínez acompañado por Ramón Aznar, José Barberá, José Luis Rodríguez, Ernesto Pérez y Ricardo Díaz. Andreu insiste en que Bankia tendría que hacer una quita, pero por si acaso, para evitar alegrías, el presidente de la Fundación puso su puntilla: «Bankia no va a querer que haya una quita».
Con esos ingredientes, y aunque sobre el papel el propio Aurelio Martínez dijo que se sumaría a este proyecto, a Andreu le cambió el carácter cuando se le preguntó si con esta fórmula que propugna persigue perpetuarse de alguna forma en la dirección del club. Su respuesta, enérgica: «Nosotros no queremos saber nada del consejo a partir del 4 de junio. Yo me voy y no voy a volver, que quede claro de una vez por todas. Ninguno queremos formar parte de ningún consejo, no queremos poder, sino distribuir el poder».
La hipotética (e improbable) ampliación de capital sería una tercera vía para el futuro del Valencia, de momento bidireccional. Por un lado está el plan de la Fundación, sustentado sobre dos pilares: refinanciar los créditos de Bankia y reanudar las obras del nuevo estadio a través del acuerdo con algún inversor. El primero de ellos traerá cola, ya que los abogados de la entidad financiera han vuelto a comunicar a Aurelio Martínez que no contemplan ningún escenario distinto a la asunción de su condición de avalista por parte del Consell. Ello permitiría a Bankia no tener que aprovisionar el 15% del crédito de 81 millones, cuya catalogación pasaría de normal a subestándar. En el caso de los 200 millones pendientes de pago por parte del club, el banco sí tendrá que reservar en sus cuentas ese porcentaje (30 millones), como previsión ante el riesgo de impago.
Sin embargo, el plan B sigue siendo el mejor visto por el Consell. La 'due diligence' marcará el precio del Valencia y el terreno está abonado para la venta del club, algo que desconoce Aurelio Martínez y a lo que se opondrá. Las conversaciones se mantienen a un nivel más alto y comienzan a tomar forma los primeros candidatos. Entre ellos no está el supuesto inversor de Fernando, que no dará ningún paso hasta tener en sus manos la auditoría.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2013-05-11/aurelio-martinez-propone-ampliar-20130511.html
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