El Consell insiste en que no repondrá el aval pese a reclamarlo la Fundació
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José Císcar no se mueve un ápice de su discurso sobre el Valencia: La Generalitat sólo avalará a la Fundació VCF si un fallo judicial les obliga a ello. "Nosotros no podemos decir nada nuevo al respecto ya que salvo que nos obligue el juez, no seremos avalistas porque nuestra obligación es defender los intereses de los valencianos y esos intereses pasan por no avalar", reiteró ayer el vicepresidente del Consell. Y eso pese a que desde la Fundación se ha reiterado que las negociaciones con Bankia pasan porque el Ejecutivo valenciano asuma esa condición, anulada por fallo judicial, aunque recurrido por el banco. Así, el aval público sigue vigente según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Los querellantes contra el Instituto Valenciano de Finanzas solicitaron la ejecudión provisional de la sentencia y se está a la espera de que la jueza se pronuncie.
También se le preguntó por la marcha atrás del Consejo de Administración del Valencia de nombrar patronos, justo un día después de que el propio Císcar reclamara que se dejara trabajar a la Fundación. Para Císcar a esta decisión no hay que buscarle relación causa-efecto. Ayer trató de explicar que él manifestó lo que es "lógico", como que "si hay una fundación, se le tiene que dejar trabajar para conseguir fines determinados que se ha propuesto". En esta línea, entiende que la reacción del consejo "no tiene ninguna vinculación con lo que dijera el Gobierno (valenciano)" . "Lo hicieron para ayudar al Valencia simplemente", lo que es "muy loable, muy de agradecer".
Buch, pendiente de los avales
Máximo Buch, por su parte, aseguró ayer realizar un "seguimiento estricto" de los avales con "las medidas necesarias para defender sus derechos y sus intereses", indicó.
José Císcar no se mueve un ápice de su discurso sobre el Valencia: La Generalitat sólo avalará a la Fundació VCF si un fallo judicial les obliga a ello. "Nosotros no podemos decir nada nuevo al respecto ya que salvo que nos obligue el juez, no seremos avalistas porque nuestra obligación es defender los intereses de los valencianos y esos intereses pasan por no avalar", reiteró ayer el vicepresidente del Consell. Y eso pese a que desde la Fundación se ha reiterado que las negociaciones con Bankia pasan porque el Ejecutivo valenciano asuma esa condición, anulada por fallo judicial, aunque recurrido por el banco. Así, el aval público sigue vigente según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Los querellantes contra el Instituto Valenciano de Finanzas solicitaron la ejecudión provisional de la sentencia y se está a la espera de que la jueza se pronuncie.
También se le preguntó por la marcha atrás del Consejo de Administración del Valencia de nombrar patronos, justo un día después de que el propio Císcar reclamara que se dejara trabajar a la Fundación. Para Císcar a esta decisión no hay que buscarle relación causa-efecto. Ayer trató de explicar que él manifestó lo que es "lógico", como que "si hay una fundación, se le tiene que dejar trabajar para conseguir fines determinados que se ha propuesto". En esta línea, entiende que la reacción del consejo "no tiene ninguna vinculación con lo que dijera el Gobierno (valenciano)" . "Lo hicieron para ayudar al Valencia simplemente", lo que es "muy loable, muy de agradecer".
Buch, pendiente de los avales
Máximo Buch, por su parte, aseguró ayer realizar un "seguimiento estricto" de los avales con "las medidas necesarias para defender sus derechos y sus intereses", indicó.
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