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miércoles, 1 de mayo de 2013

La maldición del caso Dalport

El infortunio ha perseguido a cuantos denunciaron a Levante-EMV por contar cómo Soriano y Bravo querían controlar el VCF con la ayuda de Blasco

Negocio ruinoso. Vicente Soriano anunció en julio de 2009 que un argentino llamado V. Vicente Bravo (Dalport) iba a adquirir el club. Les asesoraba en la sombra el entonces conseller Blasco. Se citaron en Cuatrecasas y Levante-EMV lo contó, cosa que le costó una denuncia. Sin embargo, la desgracia ha marcado a los cuatro desde entonces. Bravo murió en un accidente, Soriano está arruinado, Cuatrecasas le reclama dinero y Blasco está imputado.



La firma del empresario argentino Víctor Vicente Bravo llegó a controlar el 50,3% del accionariado del club en julio de 2009 sin depositar ni un solo euro. El negocio de Soriano y Bravo -que contaba con el apoyo del entonces conseller de Inmigración Rafael Blasco- se desmoronó en menos de un mes porque la prometida inversión nunca llegó. De aquella operación sólo quedan deudas y daños colaterales. Soriano no ha pagado ni la minuta del despacho de abogados Cuatrecasas Gonçalvez Pereira por asesorarle en la operación y ahora mantiene una deuda multimillonaria con el expresidente Juan Soler. La puntilla del caso ha sido la decisión de la Audiencia Provincial de Valencia de sobreseer la denuncia de Cuatrecasas, Soriano, Dalport y Rafael Blasco contra Levante-EMV por difundir una conversación que mantuvieron sobre la compraventa del Valencia y que el director y el abogado del diario, Rafael Simón, acreditaron que la siguieron gracias a que Bravo dejó abierta la línea de su teléfono móvil tras mantener una entrevista con un redactor de este periódico.
Vicente Soriano ha sido el principal damnificado en el intento de compra del Valencia. Juan Soler pactó el 18 de septiembre de 2008 la transmisión de 70.889 acciones del Valencia Club de Fútbol a Soriano por un total de 85 millones. Como consecuencia de esta transmisión, Soriano se convirtió en el accionista mayoritario de la entidad con lo que podía cerrar la venta de las parcelas de Mestalla a Inversiones Dalport. Soriano confiaba en revender las acciones que compró a Soler y a otros accionistas por 200 millones a Inversiones Dalport. Sin embargo, la empresa uruguaya se echó atrás cuando el club amplió el capital por 92 millones porque la masa accionarial quedó diluida.
El Tribunal Supremo dio hace unos meses la razón al expresidente Juan B. Soler en la venta de acciones. Soriano tiene que pagar 59 millones de euros a Soler por las acciones. Cuatrecasas, por su parte, le exigía al ex dirigente valencianista 300.000 euros por la minuta del caso Dalport y por otros asuntos que no están relacionados con el club. Dicho bufete, según confirmó ayer el Tribunal Superior de Justicia, aún le reclama unos 240.000 ?. El administrador concursal designado por el juzgado de lo Mercantil nº 3 ha reconocido la condición de acreedor ordinario a Cuatrecasas en el concurso de la empresa del ex directivo valencianista Easiv Ingest.
Sospechas de fraude
Inversiones Dalport habilitó en verano de 2009 una página en internet que hacía desconfiar aún más a los que sospechaban que todo era un fraude. La empresa de Víctor Vicente Bravo aseguraba en la web que disponía de unos activos de 28.500 millones de dólares -más de 20.000 millones de euros- en propiedades de la Reserva Federal de Estados Unidos mediante bonos de Ford Motor Company, avalados por Nevada. No fueron pocos los accionistas que confiaban en que la sociedad uruguaya iba a depositar 500 millones para quedarse con los solares del viejo Mestalla y la zona terciaria del nuevo estadio y le vendieron sus títulos a pesar de que, para entonces, ya estábamos publicando informaciones que cuestionaban su declarada capacidad financiera.
La caída V. Vicente Bravo y con ella de Soriano se precipitó el 30 de julio de 2009 cuando fue incapaz de cumplir su primer compromiso serio y no hizo efectivo los 6 millones de euros que debía pagar a Vicente Silla por el 3,3% de las acciones. Ese día perdió su condición de accionista mayoritario y poco a poco desapareció de Valencia. V. Vicente Bravo murió el 20 de junio de 2012 al volcar su coche en Argentina.
Seis delitos
La carrera del exconseller Rafael Blasco también ha dado un vuelco desde que le sorprendimos realizando tareas ajenas a su cargo y se revolvió contra el diario. Blasco dejó de ser portavoz del Partido Popular en las Corts después de que la juez Pía Caldero lo citara como imputado por seis delitos (fraude de subvenciones, prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y falsedad documental) el 1 de octubre del pasado año.

http://www.levante-emv.com/deportes/2013/05/01/maldicion-caso-dalport/994187.html 


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