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domingo, 5 de mayo de 2013

´Pulp fiction´ en el VCF

Joaquín Rios Capapé

Lo que se contó hace unos días en la Fundación del Valencia (FVCF), guarda bastante similitud con la genial película de QuentinTarantino. Pulp Fiction hace referencia a las novelas policíacas de muy baja calidad, en edición de bolsillo, que se leen y se tiran. Y algo parecido fue lo que se escenificó, a bombo y platillo, en la sede de la Fundación, con power point incluido, lo que provocó ríos de baba mediáticos.. Allí, ante cámaras y micrófonos, se nos esbozó la fórmula mágica para que, imitando al Borussia Dortmund, el VCF y la FVCF, pudan salir de la encrucijada en que se hallan.
Todo pasará por evitar, en primer lugar, la asistencia financiera. Y se nos dijo que ¡eso está chupao!, ante la cara de asombrado regocijo de los presentes, que no daban crédito a tan preclaros ¿argumentos? El cátedro Blasco dice ahora que si el anterior consejo le hubiera pedido soluciones sobre el particular, él, gustosamente se las habría dado. Fotre cavaller, ¿ es ese todo su valencianismo? Ni a los firmantes de Savia Nueva, ni al grupo Sempre Valencia, se nos pidieron soluciones sobre el particular, sin embargo, motu propio, salimos y dimos dos soluciones diferentes, que no incurrían en asistencia financiera. Ya veremos, Don Francisco, como acaba ese primer asalto y si su propuesta es o no válida.
Pero eso solo fue el comienzo. Se nos contó, además, que la deuda de la FVCF debía de asumirla quien la generó, es decir el VCF. Y en eso estoy de acuerdo (tanto que hasta se utilizaron las mismas frases de Savia Nueva: las deudas del fútbol, que las pague el fútbol; o los valencianos no tienen que pagar las deudas de los valencianistas). Lo que sucede es que hay mejores soluciones. Luego se nos contó que se pretende que Bankia refinancie a largo plazo ambas deudas, sin necesidad de contar con el aval de la Generalitat. Ante esa afirmación, yo ¡lloraba de la emoción! y Jose Ignacio Goirigolzarri seguro que hacía lo mismo. ¡Pero de pena!
Se nos dijo luego que lo primordial era encargar una auditoría para conocer, de verdad, cómo está el percal, de cara a posibles inversores inmobiliarios (que ya hacen cola, según don Aurelio, ¡sin conocer siquiera qué va a arrojar esa auditoría!) para acabar de construir un nuevo estadio sobre el que nadie ha hecho jamás un estudio sobre su capacidad de generar recursos. Igual pretenden que ese estudio corra a cargo de esa supuesta cola de inversores.
Este ilusionante proyecto, como lo definía el señor Martínez, nos llevará, según sus previsiones a, de momento, llenar Mestalla, y en un par de años, a necesitar un campo de ¿75.000? localidades. Independientemente de tener que vender jugadores (muchos, si no nos clasificamos para la Champions), y debido a que el valencianismo estará deseoso de ver jugar a los muchachos de la cantera -que se va a potenciar a tope- y a los jugadores que no hayan tenido salida en el mercado, las colas para sacarse el abono van a ser tan largas, o más, que las de inversores inmobiliarios para comprar Mestalla. Peligros, ninguno. Todo está bajo control. Las negociaciones con todas las partes, muy avanzadas. Y todas ellas tienen una gran predisposición. Y los sueños, sueños son.
Antes les decía que éste que suscribe, lleva años, junto a otros pocos, principalmente Eduardo Escartí, defendiendo -y lo seguiremos haciendo- la democratización del Club cuando toque -y ahora no toca-. (Por cierto, no habría estado de más una llamada de agradecimiento por la idea y un reconocimiento a los autores de la misma, en vez de colgarse medallas ajenas). Ideas que llevo exponiendo -gracias al ingente e impagable trabajo de algún que otros accionista- junta tras junta, y denunciando las irregularidades contables del VCF, tales como el incremento ficticio del patrimonio de la sociedad, debido al cambalache de la torre de Soler. O el chanchullo inmobiliario de Newcoval, abortado gracias al cielo. O la ausencia de reconocimiento en las cuentas de la sociedad, de la deuda que se mantiene con el Ayuntamiento. Y a pesar de que, si se hacen las auditorías , sin esconder muertos de nadie, la verdad saldrá a flote, a mi y a otros pocos que siempre estuvimos ahí pese a que se nos ninguneó, se nos va a volver a ignorar. Es más, se me va a vilipendiar. A quien corresponda: déjense de milongas. Ustedes, los que dicen que ni han intervenido, ni van a intervenir en los asuntos del club, están intentando cerrar la puerta a que un inversor solvente, se siente a negociar otro tipo de soluciones para el VCF, mucho más razonables y realistas que el cuento de la lechera que nos recitan. Aunque algunos medios y algunos valencianistas no se lo crean, nadie con mando en plaza niega, ni su existencia, ni mucho menos su solvencia. ¿De qué hay miedo? ¿De sentarse para intentar llegar a un acuerdo con un inversor que solucione a corto plazo, sin riesgos innecesarios, lo que otros pretenden solucionar a largo plazo, y con riesgos elevadísimos? Pues ya me explicarán el por qué. Y más si ese inversor ofrece la recompra del club en pocos años (y la fórmula existe) para luego promover la misma democratización por la que ustedes abogan, aplicando proyectos sociales como el de Savia Nueva. Hasta Juan Martín Queralt, defensor a ultranza de no vender la propiedad del club, estaría dispuesto a cederla unos años, para recuperarla después, si es por el bien del VCF. Y seguro que no me contradice.
El VCF está para el arrastre. Y no quiero ahora señalar culpables. Esperemos que entre ellos, dentro de poco, no haya que incluir a los que nominan para puestos de responsabilidad y a los que han aceptado la nominación y pretenden metas muy bonitas y muy ilusionantes, pero que, cual avestruces, unos y otros obvian soluciones mejores para la entidad. Pero claro, quien esto suscribe, resulta que en 20 años, nunca ha tenido razón. ¡Ja, ja, ja! Y los que acaban de llegar, esos que seguro que si han conseguido entradas VIP para las finales de los últimos años y que, en cambio, no han tenido ni el coraje, ni probablemente el conocimiento, para presentar alternativas, esos, ahora, aparecen con ideas peregrinas y se postulan como salvadores de la patria. ¡Pues a ver si es verdad!


Socio accionista del VCF
y firmante del proyecto Savia Nueva

http://www.levante-emv.com/deportes/2013/05/05/pulp-fiction-vcf/995189.html 

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