Dos intereses con capital británico y el fondo norteamericano están inmersos en la puja
Instantes después del comunicado de Bankia anunciando su rechazo al plan de refinanciación propuesto por el Valencia, comenzaban a filtrarse los primeros nombres de candidatos a comprar la entidad de Mestalla. El fondo americano TPG y dos fondos de capital británico son la terna de potenciales compradores que Bankia tiene en cartera para tomar el control del club.
Bankia se halla inmersa en una delicada situación de equilibrios entre la evaluación de riesgos financieros y la evaluación de riesgos a nivel de imagen entre sus clientes. Su decisión de poner a la venta el club tras rechazar el plan que Salvo y Martínez habían ideado para la refinaciación, anunciado durante la Junta de Accionistas del club blanquinegro, propició que gran parte de los asistentes se alineasen en torno al actual presidente. El rechazo a Bankia en la Junta -Amadeo Salvo mantuvo un discurso durísimo contra el banco-, y de paso a las autoridades políticas que han permitido que la situación se enquiste hasta el punto actual, fue la tónica predominante.
Poco se conoce de los dos fondos con capital principalmente británico y asentados en Londres que han preguntado en las últimas semanas a Bankia por la situación del Valencia. Sin embargo, sí se filtraron más detalles en la tarde de ayer respecto al tercer interesado, el que parte con una ligera ventaja en la carrera por controlar el club: TPG (Texas Pacific Group), fundada en 1993 y con sede en Texas.
En 2007, este fondo trató de hacerse infructuosamente con el control de Iberia a través de una OPA junto a British Airways, Ibersuizas, y Vista Capital. Su tentativa frustrada evitó el desembarco del dinero norteamericano en nuestro país, aunque mantuvo la relación establecida con el despacho de Fernando Magnet, que en los últimos años había sido responsable de carteras de crédito de Bankia, así como jefe de gabinete del vicepresidente de la entidad bancaria. Este fondo, según cifras estimadas a principios de 2013, maneja una cifra en torno a 54.000 millones de dólares en volúmen de negocio.
El interés de estos compradores, evidentemente, viene de la mano de unas condiciones muy flexibles proporcionadas por Bankia, que habría puesto sobre la mesa una quita de un porcentaje interesante de la deuda para hacer más atractiva la compra de la entidad. Según las estimaciones hechas públicas tanto por Salvo y Martínez, que concuerdan con las que maneja Bankia, la cifra de 250 millones de euros sería la que daría las llaves de la entidad al comprador.
La consultora KPMG ha sido la encargada, en las últimas semanas, de permanecer atenta al mercado para conocer el grado de predisposición de cualquier grupo interesado. Bankia juega con fuego en esta operación y sabe que sólo podrá llevar a cabo su plan acertando de pleno en el aspecto económico, social y deportivo que el inversor interesado traiga consigo. No sólo la superviviencia del club depende de ello; también la imagen de la entidad bancaria en la Comunitat Valenciana.
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