J. V. Aleixandre
18.02.2013 | 05:30El Mallorca se presentaba ayer en Mestalla obligado a quemar uno de los últimos cartuchos que le quedan por amarrar la permanencia; así que arrancó el partido con buenas maneras y baleando sin cesar a su rival, al que tuvo herido un buen rato, pero al que no supo rematar. De manera que cuando el Valencia parecía a punto de caer abatido, logró recomp0ner la figura, sacó fuerzas de flaqueza y acabó enseñándole las puertas del infierno al conjunto del poliservicial Gregorio Manzano. Así es el fútbol. O dicho a la manera clásica, el fútbol es así. O sea, fútbol es fútbol, liga es liga... Todos, absolutamente todos los tópicos tuvieron cabida en el partido de ayer en Mestalla.
Incluido, obviamente, el del arbitraje, capítulo inevitable, con colegiados como Pérez Lasa, un ejemplar absolutamente contrastado. Cualquier aficionado conoce sus hábitos, sus costumbres, sus manías y sus consiguientes peligros. Todos menos los jugadores del Valencia, especialmente Tino Costa. De tal forma que el argentino, en una reacción absurda, rompió a su equipo antes del descanso por vacilarle a un árbitro tan tiquismiquis. El Valencia se quedó inválido.
Y arrancó cojo la segunda mitad. Mestalla no sabía muy bien hacia dónde dirigir sus iras, si hacia el palco, con el ya clásico himno anti Llorente, o hacia el campo, con la acostumbrada protesta contra Jonas. El dilema lo resolvió Pérez Lasa, un tipo incapaz de pasar inadvertido, que concitó en su persona todas las iras de la grada con sus decisiones más provocativas que erradas. De esta manera, liberó al Valencia de las quejas de su gente y le permitió reestablecerse, gracias a la pareja Dani Parejo-Sergio Canales, una conexión de alto voltaje, que acabó electrizando un partido infumable.
http://www.levante-emv.com/deportes/2013/02/18/arbitro-distrae-atencion-mestalla/975312.html
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