El constructor, después de que el Supremo le diera la razón, sacará a subasta los títulos para cobrarse los 65 millones que se le adeudan
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El embargador embargado. La rocambolesca historia tiene como protagonistas a Juan Soler, a Vicente Soriano, a una empresa que se llama Desarrollo Urbano de Patraix SA y a las famosas acciones que en su día cambiaron de mano. La operación tenía como destino final en 2009 convertir a Inversiones Dalport en el principal propietario del Valencia.
Apenas unos pocos días después de que se haya conocido que el Tribunal Supremo ha dado la razón a Soler, condenando por tanto a Soriano a pagarle 65 millones de euros, LAS PROVINCIAS ha podido conocer que la empresa Urbanas de Levante SA –propiedad de Soler– tiene embargados judicialmente hasta 600.000 euros de lo que pueda obtener el constructor por la venta, en subasta, de todas las acciones del Valencia que tiene en propiedad Vicente Soriano.
De momento, Juan Soler no ha decidido todavía cuándo se va a proceder a la subasta de dichos títulos y también de todos los bienes que tenga Soriano, pero todo apunta a que será durante el mes de marzo. Esta subasta afectará tanto a los 70.899 títulos que vendió a Soriano (el precio global pactado por ambos ascendía a 85,5 millones de euros), como de las acciones que también le pertenecen pero que están agrupadas en sociedades como Interadquisiciones (17.600).
Hay que recordar que esos 65 millones que adeuda Soriano a Soler corresponden a los dos primeros pagos que no se hicieron efectivos (uno de 20 y otro de 30 millones de euros) más otros 15 millones en concepto de intereses. El propio Soler es consciente de que se va a quedar con las ganas de recuperar no sólo los 85 millones firmados sino tampoco los 65 por los que finalmente ha sido condenado Soriano.
De cualquier forma, lo que ya sabe es que de lo que saque en la subasta, un pellizco va a ir destinado a Desarrollo Urbano de Patraix SA, una firma a la que Soler le adeuda 446.334 euros más otros 133.900 de gastos y costas judiciales. El tema está pendiente desde 2008 y se refiere a unos gastos de urbanización que quedaron pendientes de pago dentro del PAI de Patraix. El embargo se decretó en febrero de 2012.
Es cuanto menos curioso el final que van a tener este paquete de acciones, en otro tiempo tan importante pero hoy en día de tan escaso valor. Antes de la ampliación de capital social (se pasó de 9,2 a 102 millones de euros), Soler era el propietario del 37% de las acciones del club. Soriano las quería porque, junto con el 4% que acaparó de Vicente Silla más las suyas propias, conseguía reunir el 50,3%. Su deseo era traspasarlas posteriormente por 200 millones de euros a Inversiones Dalport.
Como luego se decidió hacer la ampliación, toda la estrategia se vino abajo y Dalport acabó esfumándose. Soriano siempre se ha defendido diciendo que la venta a Dalport no se consumó porque cambió todo el panorama accionarial, y que por lo tanto la compra-venta pactada con Soler quedaba sin hacerse efectiva. Los juzgados han dado la razón a Soler en su reclamación de los dos primeros pagarés que no recibió (por los otros no ha pedido nada).
Soriano recibió el último revés hace pocos días. Si la condena por el impago del primer pagaré ya fue ratificada por el Tribunal Supremo tiempo atrás, se supo esta vez que el Alto Tribunal se pronunciaba por el segundo dando nuevamente la razón a Soler y desestimando los recursos de Soriano al entender que la Audiencia no había incurrido en ninguna contradicción.
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