REDACCIÓN | VALENCIA..-
La nueva Fundación del Valencia, ese órgano que no se sabe muy bien qué papel va a desempeñar en el futuro más inmediato, adelgaza en su estructura todavía un poco más. Ayer, el rector de la Universitat Politècnica de Valencia, Juan Juliá, estampó su firma en el documento de renuncia a la condición de patrono de la institución.
Esta permanecía en la Fundación después de la remodelación en la que Mateo Castellá resultó designado presidente en Funciones, aunque sólo a falta del trámite que concluyó ayer con la firma de Juliá. En realidad, la Politècnica, al igual que la Universitat de València, ya había decidido irse del patronato.
Ambas lo tuvieron claro cuando se supo la 'recomendación' de cese que desde la Generalitat se estaba haciendo a todos los patronos, tanto de libre designación como los elegidos por el Valencia. El objetivo del Consell respecto a la composición del patronato era y es bastante claro: sólo había que mantener los institucionales para tener una Fundación lo más reducida posible, lo que facilita así su control.
No obstante, se decidió 'salvar' a una figura tan importante del valencianismo como Antonio Puchades y porque así lo reflejan los estatutos, al presidente del club blanquinegro, en este caso Manuel Llorente.
Ayer, en la Fundación, no constaba todavía la renuncia de la Politècnica. Pero su marcha reduce el patronato a tan sólo 13 miembros en total con la presidencia provisional que ostenta el director general del Deporte, Mateo Castellá: 11 institucionales, Puchades y Llorente. Al margen de las tres instituciones públicas valencianas (Generalitat, Diputación y Ayuntamiento), en el patronato todavía están representados -ajenos al mundo del fútbol- el Instituto Valenciano de Arte Moderno; la Cámara de Comercio, Industria y Navegación; Feria de Valencia; RTVV y la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana.
El lunes se pagó por parte del IVF esos 4,8 millones de euros a Bankia en concepto de intereses, cantidad que ya tenía su provisión en las cuentas de la Generalitat y ahora se está a la espera de que José Císcar arroje más luz sobre cómo se encuentra la negociación con Bankia. El vicepresidente anticipó que en febrero se iba a cerrar el acuerdo, para ver así cuándo y de qué forma se pagarán los 81 millones de euros que todavía hay pendientes al banco. El Gobierno valenciano busca un comprador para las acciones de la Fundación.
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