REDACCIÓN/EFE | VALENCIA..-
El Consell continúa sacudiéndose la presión social que ha generado su aterrizaje en el Valencia. Un día después de que José Císcar desvelara el acuerdo con Bankia para que la deuda continúe recayendo sobre la Fundación (organismo que preside y controla el propio Gobierno valenciano), ayer secundó al vicepresidente el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, en declaraciones a Efe. Moragues insistió en que la Generalitat no quiere gestionar un equipo de fútbol y trató de relegarla a un papel secundario. El Ejecutivo autonómico actúa según él como «tercero», dado que la Fundación sigue siendo la propietaria del club, y desde ese lugar busca «el interés general» y «soluciones» en defensa de los intereses de la hacienda pública autonómica.
«Queremos defender los intereses generales, que es nuestra responsabilidad, y en esa línea se está hablando con Bankia y con la Fundación, que es el deudor del préstamo», manifestó el conseller, quien reiteró que la Generalitat intenta «buscar soluciones» a una cuestión en la que se ha visto involucrada por «un préstamo de un banco a una entidad privada que se ha incumplido». El próximo vencimiento de intereses está previsto para el mes de agosto. Antes de esa fecha el Consell espera haber recuperado el dinero ya desembolsado.
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