El empresario costarricense se reúne con Soler, que en unos días podría recuperar sus 75.000 acciones embargadas a Soriano
06.02.2013 | 01:15
m. C. valencia
Mario Alvarado vuelve a la escena del Valencia CF dos meses después de su intento frustrado por comprar el club. El empresario costarricense compartió ayer mesa y mantel con Juan Soler en el Hotel Las Arenas, donde Alvarado ha regresado tras estar hospedado desde agosto hasta noviembre. Fuentes del entorno de Alvarado aseguran que no ha renunciado en su intento de hacerse con la entidad de Mestalla. Y esta vez por el camino de la compra de acciones. A nadie se le escapa que Soler puede recuperar en unos días el control de las que en su día le vendió a Vicente Soriano, y cuyos pagarés nunca cobró. Ambos expresidentes llevaban desde 2009 litigando en los tribunales por esa deuda.
Como publicó hace unos días Levante-EMV, el Tribunal Supremo desestimó los recursos de Soriano y le obliga a pagar a Soler 85 millones de euros. Esos títulos - unos 75.000-, y otros bienes de Soriano están ahora embargados para pagar a Soler y la próxima semana podrían salir ya a subasta pública. Falta que el notario fije el día y la hora. En ese momento Soler tendría derecho preferencial para quedárselas. Volvería a tener un paquete importante de acciones del Valencia CF, pero que en todo caso no supera el 5% del total. La Generalitat Valenciana dispone, tras asumir la deuda de la Fundació VCF, del 70,4% y tiene por tanto el control absoluto del club de Mestalla.
Otra cosa es que el Consell, como ya ha avanzado José Císcar, sacara pequeños lotes de acciones a la venta. De autorizarlo el Banco de España sólo podría colocar en el mercado un tope de cinco millones, por lo que se antoja complicado que Alvarado pudiera aglutinar en su poder un número suficiente como para poder acceder por esa vía al Valencia CF, ahora fiscalizado por el gobierno valenciano. El Consell se ha lanzado, a través de la figura de Máximo Buch, a la búsqueda de inversores "serios" para el Valencia, pues su objetivo es no intervenir en su gestión más allá de lo estrictamente necesario como garante de las acciones.
Alvarado llevaba meses fuera de Valencia, tras presentar a finales de noviembre una oferta de compra que Bankia desestimó. La entidad bancaria rechazó los avales - por valor de 200 millones en el HSBC-, por "falta de solvencia". El empresario costarricense se presentó en sociedad de la mano de su socio, el valenciano Eduardo Jarque, que en su día había mantenido lazos comerciales con el Valencia CF. Ambos ya habían intentado previamente aterrizar en el Levante UD, aunque la operación tampoco llegó a cuajar.
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