Hace vicepresidente a García Moreno y aprovecha la marcha de Sesé para dar entrada a Andreu, otro de sus hombres
JUAN CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA.-
JUAN CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA.-
Uno que coge galones; otro que regresa por fin a la directiva; un tercero que protagoniza una nueva discrepancia con el presidente, aunque acaba fundiéndose con él en un abrazo, y un cuarto que también se las tiene tiesas con Llorente y anuncia su cese por Twitter. Con todos estos ingredientes en medio del huracán promovido por el Consell al forzar las dimisiones en la Fundación en las horas previas a tomar posesión de la mayoría accionarial del club, se puede decir que Llorente ha endurecido su guardia pretoriana en un momento delicado y cuando más dudas hay sobre qué puede pasar a partir de junio.
En una reunión de consejo que se intuía pesebrera se puede decir que hubo de todo. Entre las cuestiones que figuraban en el guión estaba el nombramiento de José Antonio García Moreno como vicepresidente, plaza que estaba libre tras las salidas de Fernando Gómez y Javier Gómez («el segundo con un buen capazo», aclaraba ayer un dirigente). Lo que no tenía claro ni él mismo justo el día anterior, como así lo llegó a manifestar a LAS PROVINCIAS («quizás no es el momento ahora»), fue ratificado horas después en este cónclave. García Moreno es el que más años y acciones acumula dentro del actual consejo de administración. Eso sí, aunque el respaldo ha sido unánime por parte de sus compañeros (se lo pidieron en la anterior reunión y faltaba darle oficialidad), los hay que con la boca pequeña no acaban de tenerlas todas consigo. No por el trabajo que puede aportar ni por su afinidad a Llorente (en su primera experiencia estuvo con Paco Roig) sino por su calado popular.
El panorama valencianista hoy en día está más agitado que nunca. Ayer mismo, el abogado Andrés Sanchis argumentaba la necesidad de convocar una Junta Extraordinaria para elegir («al concurrir una situación de interés social») un nuevo consejo sin los votos de la Fundación. De momento, la directiva se esfuerza en airear que todo lo ocurrido en las casi tres horas que duró la reunión ha servido para aumentar la musculatura del mismo. No obstante, la incorporación de Vicente Andreu no supone ningún cambio importante a la situación que se vivía con anterioridad.
Desde Arturo Tuzón
En realidad, Andreu llevaba desde que arrancó esta directiva estando a su lado. Se puede decir incluso que ha estado ligado a casi todas las directivas de los últimos años. Fue fiel a Arturo Tuzón, trabajó seis meses con Paco Roig, también echó una mano con Jaime Ortí y con Pedro Cortés, y hasta estuvo un par de años como auditor del Levante en su proceso concursal. De hecho, esta última circunstancia fue la que le impidió (se lo advirtió el CSD) entrar como consejero en 2009.
Por eso colaboraba bajo el paraguas de la figura de asesor. Asistía a todas las reuniones y participaba en los viajes al extranjero como un directivo más (se lo pagaba él, según el club). También, para no variar la costumbre, se llevaba más de una cornada por su pasado en las asambleas de accionistas.
Lo curioso es que Andreu siempre manifestaba que estaba a gusto así, con un pie dentro y otro fuera. Hubiera seguido de esa misma manera de no haberse producido el sorprendente cese de Antonio Sesé. Con él protagonizó el presidente uno de los dos momentos tensos de la jornada. El consejero bombardeó a cuestiones y recriminaciones a Llorente y le expresó su punto de vista sobre la forma tan personal a veces que tiene el presidente de llevar los asuntos del club sin dejar que sean partícipes los directivos. Es más, le llegó a decir que no se ha tenido en cuenta a la afición a la hora, por ejemplo, de fijar el precio de los abonos y de las entradas.
Lo que parecía en un principio un simple apunte fue tomando cuerpo, aunque según la versión de los presentes, el tono que mantuvieron ambos fue correcto en las formas. Hasta que Sesé se hartó («de representar el papel de florero», por la falta de información previa) se levantó y anunció que se marchaba. Estrechó la mano de Llorente, salió de la sala de reuniones y minutos después de dejar las oficinas estrenaba en twitter su nueva condición de 'exconsejero'. Fue un poco más allá y dejó un último mensaje: «Para mí lo más importante es este gran club para el que seguiré trabajando con humildad».
Luego, cuando empezó a recibir las llamadas de los que han sido compañeros de directiva hasta este día, Sesé confesaba que de alguna manera se sentía ahora «mucho más liberado», porque «no estaba nada a gusto».
Una hora después los consejeros ponían punto final a la cita. Salieron agrupados en coches y sin querer hacer ningún tipo de declaración. Sabían que cualquier desliz verbal les hubiera podido dejar en una situación incómoda. Dentro sí se habían cruzado voces. Se fueron a comer todos y junto a Llorente ocupó butaca García Roig. Borrón y cuenta nueva. Por ahora.
«Se fueron calentando»
Y es que, fue con él con quien el presidente sí que llegó a subir las pulsaciones. Uno y otro protagonizaron el momento más 'caliente' de la reunión. No es la primera vez que el directivo mantiene un careo con Llorente, como tampoco es el único que lo ha tenido, y siempre de cierto calado. «Se fueron calentando por un asunto sin importancia» y hasta Llorente acabó dando un golpe encima de la mesa para reafirmar su autoridad. Al presidente le ha molestado que el directivo, en ocasiones, adquiera cierto protagonismo por cuestiones que no necesitan tal trascendencia.
Luego unos y otros tratarían de restar importancia a lo ocurrido. «Discrepancias normales», fue la definición más escuchada aunque, en una de las reflexiones posteriores que llegó a hacer Llorente a sus más allegados, éste admitiría que posiblemente llegó a equivocarse en el talante. Lo mejor, y es algo que destacaron los presentes, es que García Roig y Llorente acabaron dándose un abrazo.
Falta hace si se tiene en cuenta que hoy en día nadie se atreve a pronunciarse con rotundidad sobre la continuidad del presidente más allá del final de temporada. Desde el club se asegura que la figura de Llorente cuenta con un respaldo absoluto del Consell pero también hay versiones que desde la propia institución contradicen esta postura.
De momento, el objetivo más inmediato en el calendario de la Generalitat es el de colocar un presidente nuevo en la Fundación. En este organismo ya se ha producido movimientos después de conocerse que el Consell ha pedido una limpieza absoluta del patronato. Las dimisiones no se han oficializado pero durante todo este jueves fueron preguntando los patronos cómo deben proceder para hacer efectivo su cese.
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