El brasileño, lesionado tras forzar contra el Rayo Vallecano hace un mes, fue suplente en Villarreal por segundo partido consecutivo
Hubo disparidad de opiniones el día del Rayo Vallecano sobre la decisión tomada por Diego Alves, y respaldada por Djukic, de continuar en el campo lesionado. Dos días después se supo que iba a estar cuatro semanas de baja. El brasileño lo justificó por sus compañeros y sus ganas de ayudar, pero tras su recuperación se ha encontrado con el banquillo como recompensa.
Es, sin duda, una situación algo complicada para Diego Alves. El brasileño, favorito de Miroslav Djukic desde el inicio de campeonato, vio como el choque de Villarreal traía consigo una suplencia que muy pocos se esperaban. Era su segunda convocatoria consecutiva tras recuperarse de su lesión –ya estuvo contra el St. Gallen-, pero de momento el entrenador del Valencia ha preferido mantener bajo los palos a Vicente Guaita.
Contra el Almería se despejarán muchas dudas, y se sabrá si los errores de Guaita en El Madrigal le arrebatan la titularidad bajo palos. Y entonces el valenciano deberá esperar o bien otra lesión de Alves, o que un partido nefasto de éste le ofrezca una nueva oportunidad bajo los palos. El entrenador ‘ché’ debe confirmar si, como hasta ahora, no tiene un titular fijo y se mueve por sensaciones y estados de forma, o si persiste en dejar al recuperado Alves como suplente y darle otro voto de confianza al de Torrent.
En cualquier caso, el mensaje que puede llegar a la plantilla es el de que el esfuerzo y el sacrificio no está recompensado. Es el caldo de cultivo ideal como para que empiecen a surgir debates sobre la conveniencia de poner a uno o a otro, una distracción que hasta ahora se ha tratado de evitar, pero que sería insostenible en el caso de otra mala actuación como la de Villarreal.
Diego Alves lleva más de una semana de vuelta a los entrenamientos, adelantando lo máximo posible su recuperación para regresar con el excelente nivel que venía mostrando. Si bien en la Europa League su ausencia se podía justificar con que él es -teóricamente- el portero de la Liga y que además todavía no estaba al cien por cien, lo del domingo indica que el correcto trabajo de Guaita –curiosamente hasta el partido de hace dos días-, le ha servido para ‘robarle’ la titularidad a ojos de Djukic.
De momento no hay polémica con la portería, y no la habrá si el de Río de Janeiro vuelve contra su ex equipo al mismo ritmo en el que estaba hace un mes, pero en caso contrario al técnico serbio le puede empezar a surgir un problema entre los tres palos.
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