Clasificacion de la liga

Clasificación ofrecida por http://www.marcadores.com

#YoEstoyConelMestalla

martes, 29 de octubre de 2013

Identidad, visitas y desafecciones

EL BORDE DEL ÁREA


@ManoloMontalt


¿"Qué pasa aquí"? Es la pregunta con la que Amadeo Salvo se plantó el lunes en Paterna para hacerle a sus jugadores, a su entrenador y su secretario técnico (sí, parece que Braulio existe y no es simplemente un ente esponjoso con la única finalidad de absorber críticas y palos).
El caso es que, por mucho que el presidente se empeñe en reforzar la figura de su entrenador, es el mismo Djukic quien se empeña en debilitarse día a día con un extenso catálogo de decisiones erróneas y una idea de fútbol tan quimérica como desaconsejable.
En Djukic creen cada día menos integrantes del vestuario. Pese a contar con el espaldarazo que pudo haber supuesto para ese grupo el caso del Pocholo corso (hablo de Adil Ramí), Djukic desenchufa en su día a día más futbolistas de los que enchufa. Si siempre se dijo que los portugueses eran su agarradera en el vestuario, Jonas (brasileño, pero en ese grupo por afinidad) sale del Madrigal con un cabreo tremendo. No entendía irse al banquillo cuando sobre el campo permanecía un Pabón que en el vestuario tiene colgada la etiqueta de no vaciarse en exceso en el trabajo diario.
Es más, Ricardo Costa le da un aviso serio a su entrenador recordándole el fútbol erróneo que pretende practicar: "hay que hacerlo más fácil y jugar a uno-dos toques. No hay que jugar tanto por dentro. Ya no lo hace nadie. De hecho, está cambiando hasta el Barça". Demoledor.
Si el que era su grupo de confianza ya lanza estos mensajes, es que ni entienden a su entrenador, ni creen en él. De las dos versiones de equipo que vimos la campaña anterior, el actual Valencia se parece más a la versión de Pellegrino, que a la de Valverde. La realidad no es triste, lo que no tiene es remedio.
Y entiendo que el presidente quiera fortalecer la figura de su entrenador. Pero también es innegable que cuando se ha tenido que reforzar la figura del míster en algo más de un mes, es que no se lo ha sabido ganar.
Cuatro meses y una pretemporada de trabajo no han servido para nada. El equipo es una plantilla descompensada (un central es lateral y los laterales izquierdos son interiores. No hay jugadores especificos de banda y estás plagado de medias-puntas) que navega perdida sin identidad, en el mar de la desconfianza sobre el timonel que los guía. El fútbol es inexistente. Plano, lento, previsible y sin recursos. Sólo con llegadas interiores. Defiende mal y se cae al primer contratiempo.
Al final las visitas al vestuario de los presidentes suelen servir de bien poco. Y al final las reacciones de un presidente, (por mucho que se le presuponga frialdad para gestionar) suelen ser las del resto de los mortales.
Miren, quisiera equivocarme, pero por mucho que Salvo empeñara su palabra diciendo pública y privadamente que Djukic aguantaría hasta el final cada día tengo más dudas. Porque con este rumbo, esto no lo aguanta nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario