@ManuNankani
Algunos equipos de fútbol presumen de petrodólares cataríes como seña de identidad. En el caso del Valencia, el propietario -aval del IVF mediante- es la Generalitat a efectos prácticos.
Un gobierno que no tiene dinero para una televisión autonómica perosí para un club de fútbol que, aunque quiere ignorar, debe mantener a flote por obligación. Esto es cosa de políticos y sólo miran su propio bolsillo.
Los valencianos, por tanto, deben hacerse cargo indirectamente de la deuda del club. El Gobierno valenciano firmó como avalista del mismo, así como de otros conjuntos de la Comunitat. Como garantía constaba un importante paquete de acciones. Ahora que los plazos de pago y las sucesivas prórrogas han vencido, el Consell se convierte en propietario de la entidad. El Ejecutivo valenciano pagó el 13 de febrero del pasado año una cantidad de 4’8 millones de euros en concepto de interesespor el crédito concedido a la Fundación del Valencia CF.
Este desembolso, que coincide con unos presupuestos austeros yproblemas de pagos a proveedores, han levantado voces críticas.Desde la oposición se lamenta que haya dinero para el fútbol y se recorte en ayudas. El propio conseller de Economía aseguró que “no tenían más remedio y que no lo hubieran hecho” en otras circunstancias. El Valencia CF se ha convertido en una suerte deempresa pública en la que los presupuestos de la Generalitat asumen el coste de las decisiones que tomaron los dirigentes de esta sociedad anónima deportiva.
Todo son problemas. Cuando algo se soluciona, otra cosa se estropea.Por el momento, tras el conato de consenso, van saliendo más compradores de los que ya había.
La silla del actual presidente puede quedar vacante este verano con el nuevo comprador y Amadeo Salvo, actual mandatario, puede verseobligado a dejar paso a los nuevos propietarios. Salvo, que para quien esto escribe, supone con apenas nueve meses de trabajo ya uno de los mejores presidentes de la historia del club.
Desde que Bankia puso a la venta el Valencia, la misma pregunta se repite en nuestra mente: ¿quién será el nuevo dueño? Esto se está alargando más de lo debido y la afición se está cansando de tanto esperar.
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