LA UEFA SE NEGÓ DURANTE UN MES A CAMBIAR LA SEDE
HÉCTOR GÓMEZ. HOY La UEFA quiso que se jugara en Kiev incluso con la negativa del Gobierno de Yanukovich pero al final cedió e instó al Dinamo a buscar un estadio neutral
VALENCIA.
El partido que se disputará esta tarde en el estadio GSP de Nicosia estará rodeado de tranquilidad y normalidad, permitirá a Dinamo de Kiev y Valencia CF jugar la ida de los dieciseisavos de final de la Europa League.
Sin embargo, para llegar hasta aquí el Valencia CF ha visto como la UEFA se ha negado durante casi un mes a tomar medidas y cambiar el lugar del partido de ida por los graves enfrentamientos que se estaban produciendo en Kiev.
El club de Mestalla conoció a su rival para esta ronda el pasado 16 de diciembre. Pero fue a mediados de enero cuando los departamentos encargados de preparar los viajes del equipo se detuvieron en los graves incidentes que se estaban produciendo en la capital ucraniana. Desde el primer momento el Valencia CF contactó con la UEFA para exponerle el caso, pero desde el primer momento el máximo organismo europeo se negó en rotundo a estudiar tan siquiera un cambio en la sede del partido.
El argumento siempre fue el que utilizaron hasta última hora. Que la situación no era tan grave como se veía desde fuera, que en Kiev las protestas estaban muy localizadas y en ningún caso ponían en peligro la celebración del partido, ni mucho menos el riesgo de la expedición valencianista.
El Valencia CF trató de presionar, pero cuando el presidente Yanukovich firmó la ley de amnistía que liberaba a los capturados en las revueltas callejeras contra su mandato, la situación se calmó y hubo una tregua que duró bastantes días. El Valencia nunca confió en la tregua, desplazó a una persona para inspeccionar la zona y almacenó mucha información a través de personas que viven en Kiev y conocen bien el conflicto. En el club tenían la convicción de que en cualquier momento las protestas violentas podían volver a explotar como ha terminado sucediendo.
UEFA TENÍA MIEDO A QUE SE UTILIZARÁ EL PARTIDO DE ESCAPARATE
El Valencia pese a al tregua intentó que la UEFA cediera y que el partido no se disputara en Kiev, pero la UEFA nunca accedió. Su única preocupación y así se lo hizo saber al club de Mestalla fue que el partido pudiera ser aprovechado como escaparate por los protestantes para hacer ver al mundo entero su causa.
Ese fue el principal dolor de cabeza del máximo organismo europeo. Sin embargo,intentó darle normalidad a la situación para que nadie viera el partido como una posibilidad de hacer ruido. Esa fue una de las premisas a ambos equipos, que trataran de restar dramatismo y de darle publicidad al partido como un evento que los protestantes pudieran ver como un escaparate.
EL MIÉRCOLES TODO CAMBIÓ POR LOS GRAVES INCIDENTES
La UEFA desplazó a principios de semana a una expedición a Kiev mucho más numerosa de lo habitual para un partido de Europa League, para que estos analizaran en profundidad la situación.
El martes fue cuando la tregua saltó por los aires y cuando se recrudecieron las protestas y sobretodo la violencia de los enfrentamientos. Tal fue así que más de veinte personas perdieron la vida y centenares fueron heridas de gravedad durante los enfrentamientos del martes.
Sin embargo, y con todo eso, la UEFA seguía emperrada en que el partido se jugara en el Olímpico de Kiev. Seguían asegurándole al Valencia que su seguridad estaba garantizada y que no habría ninguna problema. La posición de la UEFA era totalmente reforzada por el propio Dinamo de Kiev que quería jugar en su estadio, donde además ya esperaba a 30.000 aficionados que habían adquirido su entrada. UEFA y Dinamo de Kiev tenían claro hasta a ayer a medio día que se jugaba en la capital ucraniana.
Pero fue el Gobierno de Yanukovich el que actuó. A media mañana emitió un comunicado oficial en el que declaró día de luto este jueves y afirmó que no se disputaría ningún partido de Europa League en territorio ucraniano. Inicialmente la UEFA con el total respaldo del equipo ucraniano estuvieron tentados de desobedecer la indicación del Gobierno ucraniano y de hacer viajar al Valencia CF hasta Kiev. Ambos estaban dispuestos a jugar en contra de la voluntad del Gobierno. Pero no se atrevieron y terminaron por desistir y activar con rapidez la opción 'B' que era jugar en otro estadio. Como el propio presidente del Dinamo reconoció, les dieron 45 minutos para elegir un estadio, y la elección ucraniana fue el GSP de Nicosia.
Esa decisión tranquilizó definitivamente a la expedición valencianista, que a esa hora esperaba con inquietud y nerviosismo en la terminal de Manises la comunicación oficial de sí debía o no viajar hasta Kiev.
Diferentes fuentes conocedoras de las conversaciones entre las partes de las últimas semanas, le apuntaron a este periódico que tras la insistencia de la UEFA por jugar en Kiev había un trasfondo político. Según estas fuentes, la UEFA quería que se jugara el partido en la capital ucraniana pese a las revueltas como forma de apoyo a los ucranianos que ahora mismo luchan por que Ucrania pase a formar parte de la Unión Europea.
Sea cual sea el motivo lo cierto es que la UEFA estuvo a punto de correr un riesgo muy elevado e innecesario. Finalmente se jugará en el GSP de Nicosia. Ese será el escenario del partido. Se eligió a con las prisas, sin tiempo para que hoy en el estadio pueda haber aficionados locales, ni tampoco visitantes. La cabezonería de la UEFA y su nula flexibilidad hará que hoy un partido de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League se dispute sin público y sin ambiente. La principal salsa del fútbol y el único destinatario: el aficionado.
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