Los estatutos de la Fundación dicen que cualquier transacción de las acciones debe contar con la aprobación de dos tercios del patronato El desembarco de más patronos institucionales garantiza la votación final de la venta
J. CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
J. CARLOS VALLDECABRES | VALENCIA..-
Amadeo Salvo tiene cada vez menos margen de maniobra y también menos munición que gastar. La Generalitat lleva días haciendo funcionar su plan para controlar de manera definitiva la Fundación -por si había alguna duda-, y el presidente del Valencia y su consejo de administración se encuentran institucionalmente hablando solos en este tortuoso camino de la venta del club.
Si hace unos días era el conseller Juan Carlos Moragues el que tiraba de teléfono para activar todos los resortes ante los firmes propósitos de Salvo de entorpecer y plantar batalla hasta el final a Bankia, las consecuencias de esta acción no se han hecho esperar. Después de que la Generalitat y el Ayuntamiento ya hubieran hecho efectiva la renovación de sus cargos como patronos, la tercera pata del grupo político que faltaba por apuntarse a la fiesta ya está de nuevo en la escena. Ayer, el pleno de la Diputación de Valencia aceptaba por unanimidad el nombramiento de Miguel Bailach -que repite al ser el diputado de deportes- como representante de este organismo en la Fundación.
Es más, la Diputación fue un poco más allá y para evitar el vacío que dejaría una hipotética ausencia de Bailach, decidió designar también como sustituto a Cristóbal Grau, concejal pero al mismo tiempo representante del área de teatros.
El voto de Grau tendría en ese caso un doble valor contable, aunque al posicionamiento del concejal habría que añadirle una carga extra. No hay que olvidar que fue uno de los que más fuerza ejerció a la hora de 'apadrinar' el nombramiento tanto de Amadeo Salvo como presidente del club como el de Luis Cervera como director general. Hay quien afirma sin titubeos que al edil le ha salido el tiro por la culata. En la Generalitat han perdido toda la confianza en Salvo y desde el patronato tampoco comparten sus ideales. Hasta Salvador Belda, el hombre más afín a Salvo, tuvo que intervenir en la última reunión para rebajar las hostilidades del presidente valencianista.
El lunes le toca a la Cámara
De cualquier forma, el Consell mantiene todos los frentes cubiertos. Si a la última reunión se incorporaron Fernando Giner (Asociación de exjugadores) y Consuelo Císcar (IVAM), este lunes que viene aprobará también su particular tramitación la Cámara de Comercio, otro de los que tenían pendiente la renovación.
La Agrupación de peñas, por su parte, será el único que falte para completar el grupo. Hasta ahora no se ha podido hacer todavía por una cuestión de salud de su presidente.
Ayer, en la Fundación no se tenía constancia formal todavía del movimiento de la Diputación, como tampoco y aunque resulte sorprendente, de la Federación Valencia de Fútbol, que no ha cumplimentado la documentación. Aún así, en la reunión de la semana pasada se permitió la entrada a Vicente Muñoz, a pesar de no ser oficialmente patrono.
Los patronos deben votar
No es ninguna cuestión baladí la presencia efectiva de las administraciones públicas en el patronato. Hay que tener en cuenta que los estatutos de la Fundación dejan bien claro desde los orígenes que para una cuestión del calado de la venta de acciones, ya sea un título o una desorbitada cantidad como es en este caso las 1,4 millones que posee actualmente, es necesaria la votación y aprobación por dos tercios del patronato.
En realidad, la Fundación tiene que cumplir dos requisitos antes de vender su paquete accionarial. Una es ese consentimiento de dos tercios y el otro la autorización del Protectora, órgano que depende de la Conselleria. Las dos tienen que cumplirse sí o sí para que al final aterrice el nuevo propietario.
Tal y como está estructurado en cuanto a número y a opiniones el patronato, un choque entre Salvo y Aurelio Martínez dejaría al presidente valencianista en inferioridad de condiciones. De llenarse como así parece que va a ocurrir las plazas que hay pendientes (después de varios meses sin tener noticias de ellos), el número de representantes institucionales es de 9. Otros 11 corresponden a los de libre designación y por parte del club está la plaza que ocupa Salvo. Habría que reunir 14 de los 21 votos para cumplir el requisito de los dos tercios.
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